#1 Primer reportaje de estos días en Los Ángeles
Queremos enviaros el primer informe de estos días en LA que nos parecen más de 200 horas en lugar de 24, dada la cantidad de frentes y energía que nos absorben.
La primera impresión de la gente y de la zona donde esperamos instalarnos es excelente. Todas las personas con las que nos cruzamos intentan facilitarnos la logística de diversas maneras, y aunque pueda ser habitual en la cultura americana, la curiosidad y hospitalidad a la hora de recibir a los extranjeros ayuda mucho a sortear la incomodidad de tantos cambios a la vez.
Ni que decir tiene que en estos días tan lejos de todo y de todos, también ha habido lugar para algún bajón emocinal.
Mimi fue la primera. En el aeropuerto cuando nos dijeron "lo sentimos pero como al transportín de Mel le faltan tornillos no puede volar, es un tema de seguridad"... Mimi se derrumbó y suplicó una solución - vamos a estar mucho tiempo sin ella, Mel es de la familia, todo va a ser tan duro ya... por favor, déjanos llevarnos a Mel... literalmente sollozando.
Luego fui yo... después de tantas horas de volar cansados con 4 maletas de 23kg, 5 trolleys de 10kg, 5 mochilas, 1 transportín de perro tamaño XL, 3 niños y 1 perro conseguimos coger el shuttle y llegar a casa.
Cenamos a las 5 de la mañana hora portuguesa y nos fuimos a la cama cansadísimos. Al amanecer me desperté con migraña y fui a buscar mi mochila donde tenía además de las medicinas SOS, mi ordenador, mi cartera con todos los documentos de identidad y tarjetas bancarias, y la carpeta con todos los demás documentos: visados, originales de la embajada, certificados del colegio español, boletines de vacunación, ... TODO. Y no estaba.
Desperté a Rodrigo asustada, y con todo el jaleo Mercedes dijo: "¡Ya lo sé! La mochila estaba en la furgoneta, la escondí detrás de una de las sillas y se me olvidó sacarla". Y el pánico creció exponencialmente... Después de llamar insistentemente a la empresa del shuttle, y que me dijeran por teléfono que lo sentían, pero que no podían hacer nada porque no tenían avisos de objetos perdidos, les rogué que volvieran a comprobar la furgoneta con el conductor, y que allí teníamos TODOS los documentos que nos permitían estar legales en este país, que sin eso no podíamos escolarizar a los niños, que probablemente tendríamos que irnos. Insistimos por mensajes y llamadas y nos dio la sensación de que ya no querían escucharnos, y después de 4h de asfixia llamaron para decir que aparecían, y que vendrían a entregarnos a casa si pagábamos el viaje. ¡Y la vida volvió a ser bonita!
En 3 días me registré en la universidad, abrimos cuentas bancarias, inscribimos ayer a Matias, Mercedes y Maria en los colegios, estamos en proceso de solicitar la casa que queremos alquilar, tuvimos una cena de bienvenida en casa de Jenny que es la Investigadora Principal del equipo al que me uno (o sea, mi jefa), y que es una americana más alta que yo.
Recibimos de nuestros anfitriones en el airbnb donde nos alojamos, una compra completa para hacer el desayuno con leche, cereales, pan, fruta, mantequilla, huevos, además de verduras y frutas de su huerto, y galletas calientes durante el fin de semana. Jenny, además de la cena de bienvenida, nos ha prestado balones, patinetes, un montón de cosas para los niños y su coche mientras ella está fuera en una conferencia. No lo parece, pero estos gestos tienen un gran impacto en los niños, que se dan cuenta de la generosidad de los extraños y eso es bueno experimentarlo.
Sin embargo, la siguiente crisis fue de Matias que ya ha preguntado cuándo vamos a volver a nuestra casita. No tiene aquí sus libros (que elige cada noche) y quiere dormir en su habitación.
Y con cada crisis tragamos un poco en seco e intentamos agarrarnos fuerte a la idea de que el cambio siempre cuesta.... Y que el miedo, la leche!... el miedo cuando te embarcas en una aventura como esta no es desdeñable, y confunde la intuición, pero que no es una opción para paralizar.
Creo que María se ha dado cuenta estos días. Ayer por la tarde nos dijo, después de que los 5 lleváramos 3 horas dando vueltas, entre el Servicio de Extranjería y Fronteras y la Seguridad Social, que éramos como jugadores de un campeonato en el que los niveles de dificultad van aumentando, como los niveles de un juego de ordenador.
Todos nos quedamos callados... y entonces añadió. ¡Lo que cuenta para nosotros es que tenemos el mejor equipo!
Espero sinceramente que esta adaptación a tantas cosas nuevas les haga darse cuenta de que es posible sentirse como en casa al otro lado del mundo. Y que esta experiencia sea enriquecedora en todos los sentidos posibles, pero si pudiera les ahorraría la tentación de paralizar....
El fin de semana estuvimos en LA: Farmers Market, Venice Canals, Venice Beach y Santa Monica.
Las niñas dicen que no necesitan volver a Venice Beach, el olor a cannabis no les atrae, ni les deslumbraron los artistas y los graffitis que hay allí. Pero conocieron el emblemático lugar de cerca, y les encantó el mercado donde almorzamos y la Venecia de California.
También fuimos a la playa con Mel estrenando un pañuelo que le compramos en Clearance, y que luego se dio cuenta que era del movimiento Pride, ¡lo que le da un aire muy divertido!
Esperamos que esta semana podamos ultimar algunos cabos sueltos que nos quedan, que haya sitio para comer algo y que nuestros chicos se diviertan en este final de vacaciones (¡aunque no nos hayamos dado cuenta del comienzo!) ¡antes de que empiece el cole!
En la puerta del colegio de María había el siguiente lema: "Sé tú mismo, da lo mejor de ti y nunca tengas miedo de soñar". ¿Cómo no confiar?
Muchas gracias a todos por los mensajes y la buena energía, y un fuerte abrazo de cada uno de nosotros.